Gerente de la Fundación para la Eficiencia Energética. Ingeniero Industrial por la UJI y Máster en Dirección de Empresas, Gandía aporta su experiencia en energías renovables y eficiencia energética en España, Reino Unido, Francia, Italia y EEUU.

NACHO MARTIN CASTELLO Natural de Ontinyent y con dilatada experiencia pese a su juventud, José Luis Gandía asume el reto de impulsar la Fundación para la Eficiencia Energética, una entidad que nace de la colaboración de la empresa BP Oil, la Universitat Jaume I y el Ayuntamiento de Castelló.

¿Cuál es la principal labor que se propone la Fundación para la Eficiencia Energética?
Se han definido 4 líneas de trabajo. La primera es ser un Think Tank organizando conferencias y jornadas y difundiendo artículos. La segunda es ser un Market Place para dinamizar la demanda de servicios de eficiencia energética, sobre todo con asociaciones empresariales, por ejemplo en áreas como la cerámica o el sector hotelero. La tercera línea es la de Financiación, al objeto de formar e informar sobre líneas de financiación existentes. Por último, hay una cuarta línea de I+D con proyectos de investigación junto con la UJI, más enfocada a la aplicación al mercado de soluciones técnicas ya existentes, especialmente trabajando con proyectos europeos. Por otro lado, también queremos potenciar una iniciativa para los ciudadanos que es el Club de la Energía.

¿Qué es el club de la energía?
Es un club donde cualquier consumidor se puede inscribir de forma gratuita y le informamos sobre noticias energéticas que le influyen en el consumo, consejos sobre ahorro, asesoría gratuita sobre cualquier duda relacionada con la factura eléctrica o un posible cambio de comercializadora. También hacemos concursos periódicos sobre diferentes temas energéticos.

¿Hay recetas para hacer la energía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente?
Las hay, pero cambian en función del usuario, por ejemplo un ciudadano o una empresa. Hay cosas tan sencillas como el cambio de hábitos de uso en nuestros hogares o en el transporte, soluciones tecnológicas en cuestiones como la iluminación o la calefacción. Hay un desconocimiento muy grande sobre cuanta energía consumimos y cómo. Por ejemplo, uno de los consumos más importantes en nuestra vivienda es por calefacción o frío. Las temperaturas deberían ser de 21 grados en invierno y 26 en verano, que ya te da una temperatura de confort suficiente. Elevar sólo un grado aumenta el consumo en un 7%. Y simplemente con ver lo que consumes, hay estudios que indican que se consiguen ahorros del 10% porque empiezas a ser consciente. El problema es que como la energía no se ve, no somos conscientes de cuándo la derrochamos.

¿En qué derrochamos?
En una casa, por ejemplo en la climatización, dejando puertas o ventanas abiertas, o por tener sistemas de iluminación poco eficientes. Sólo cambiando una bombilla vieja por una de bajo consumo ya se consigue ahorrar.

¿Y en el transporte?
Por ejemplo, cambiando la forma de conducir podemos ahorrar hasta el 15% tratando de mantener las revoluciones bajas, o con la anticipación de acciones, como no acelerar innecesariamente para frenar justo ante el semáforo. El 40% del consumo energético en España se va en el transporte. También es interesante cambiar el modelo de transporte por el transporte público o la bicicleta. Por ejemplo, de ir a la Universitat Jaume I en coche a ir en bicicleta desde el centro de Castelló podemos hablar de un ahorro de 30 euros al mes. No son ahorros grandes en una acción, sino una suma acumulada de acciones.

Los grupos ecologistas dicen que la era de la energía fósil se acaba. ¿Cuánto tiempo necesitamos todavía el petróleo? ¿Cuándo estará la sociedad preparada para funcionar con otras energías más limpias (solar o eólica por ejemplo)?
Que los recursos fósiles son limitados es claro, pero hay estimaciones de que quedan 50 años de petróleo desde hace 30 años, y siguen quedando 50 años. A nivel global es cierto que el consumo de energía se ha disparado en los últimos años con casos como el de China o India, y si no hacemos un uso racional tendremos un problema, pero no es a corto plazo. Hoy por hoy los combustibles fósiles son necesarios, pero ya está habiendo un cambio, porque ahora por ejemplo la energía eólica en 10 años ya supone más del 21% del total de producción de energía eléctrica en España y fue la principal productora.

¿Y la solar?
Ha habido un crecimiento importante en los últimos años, pero el porcentaje es menos relevante. En la fundación queremos distinguir entre la eficiencia energética y el uso de renovables. Hoy nos centramos más en la eficiencia energética, porque en renovables ya hay un grado de madurez en España, pero en eficiencia no se están consiguiendo los resultados esperados, y también pasa lo mismo a nivel europeo. La UE se marcó en 2020 un 20% de energías renovables, un 20% de reducción de C02 y un 20% de mejora de eficiencia energética. Los dos primeros van en camino de cumplirse, pero el tercero parece que no. Y queremos trabajar en ello.

¿Cómo pueden hacer los ciudadanos para ser más eficientes y afrontar las subidas del precio del carburante o de la factura de la luz?
Lo primero, es que estén formados, que es la principal barrera, porque casi nadie entiende la factura de la electricidad. Casi nadie sabe en qué se mide o cuanto cuesta un Kw/hora o qué consumo tiene una lavadora. Iluminación, clima, la forma de usar la lavadora (de ponerla de 30 a 60 grados consume el doble), o el lavavajillas igual. También vale la pena apagar los aparatos en stand-by, por ejemplo un DVD, aunque no es lo más prioritario.

¿Consumimos los ciudadanos la energía de una forma responsable?
No, porque en la mayor parte de ocasiones no somos conscientes de la energía que estamos derrochando. Nadie se plantea cuando va a comprar incorporarle al precio de lo que compra el coste del desplazamiento. Si lo hiciéramos tal vez tomaríamos decisiones diferentes.

¿Cuáles son nuestras asignaturas pendientes en eficiencia energética?
A nivel usuario, mayor formación y cambio de hábitos y mejoras de equipamiento.

¿De qué manera pueden contribuir empresas como BP o instituciones como la UJI o el ayuntamiento?
La idea de la fundación es replicar la colaboración entre administración pública, universidad y empresa, un modelo en que en Europa está bastante implantado. La UJI puede aportar la parte de conocimiento e investigación, BP como dinamizadora de la parte empresarial y el ayuntamiento porque es importante el soporte y la difusión por parte de una institución pública.

¿Cuanto puede ahorrar una empresa gracias a la eficiencia?
La cerámica por ejemplo ya ha implantado soluciones y ha conseguido ahorros muy importantes. Ha logrado ahorrar el 50% del consumo en apenas tres décadas. Y es importante no sólo hacer cambios de instalaciones, sino hacer una buena gestión de la energía.

¿Qué labor de divulgación está haciendo la fundación entre los colectivos ciudadanos?
A través del club de la energía hacemos charlas en asociaciones de vecinos o aulas de mayores, explicando cosas tan sencillas como qué es la factura eléctrica, el certificado energético de viviendas (que deben tener las viviendas que se alquilen o vendan) o el cambio de comercializador.

¿Qué objetivos le gustaría haber logrado con la Fundación en un plazo de 5 años?
Que sea un referente a nivel nacional y europeo en eficiencia energética y situar a Castelló también como un referente en eficiencia energética.

 

Fuente: levante-emv.com (ver noticia)