Años atrás fueron los parques eólicos. No hace tanto, las placas solares. Hasta hace dos días, el bioetanol o la biomasa. Y ahora, la tecnología LED.

El campo de las energías alternativa está abonado a las modas, a las subvenciones que se puedan conceder y a la receptividad que muestren las Administraciones.

Todos buscan su oportunidad, el nicho que dicen los especialistas en gestión de empresas.
Ahora ese chollo es el alumbrado público.

Instalar sistemas que ayuden a rebajar la factura eléctrica es lo último.

Algunos han tardado años en darse cuenta. La necesidad de apretarse el cinturón ha abierto los ojos a muchos. Si antes se apostaba por dotaciones o infraestructuras, ahora se prefiere algo más de andar por casa:rebajar gasto corriente.

Por eso no es de extrañar que lluevan, materialmente, sobre los Ayuntamientos de la provincia las ofertas de empresas que ponen sobre la mesa todo tipo de servicios relacionados con la eficiencia energética.

Se ofrecen auditorías energéticas. Se ofrecen sistemas de ahorro en alumbrado publico. Se ofrece la posibilidad de, mediante renting, instalar dispositivos. No es de extrañar que los regidores municipales anden un poco despistados y ante tanta oferta, duden, ya que tras una decisión equivocada está una millonaria inversión.

Alcaldes consultados han reconocido que reciben continuas ofertas, que se han multiplicado tras conocerse la puesta en marcha de un plan específico a nivel provincial, auspiciado por la Diputación, que se centra única y exclusivamente en el apoyo económico a la instalación de sistemas de eficiencia energética en el alumbrado público.

Un buen número de localidades tiene hechos los deberes desde hace años.

Cuentan con auditorias energéticas -es el caso de la comarca del Cerrato, donde ADRI promovió su realización en una treintena de localidades-, y otros han aprovechado las últimas convocatorias de Planes Provinciales para incluir entre sus peticiones la renovación paulatina, en varias fases, de su alumbrado público.

Para los que aún no habían dado ese paso, se les abre una posibilidad ahora.

Acudir a recursos propios para llevar a cabo la auditoría y los estudios previos de viabilidad y posteriormente presentarse a la convocatoria de la Diputación.

Lo que no se quiere es caer en el error que cometieron años atrás municipios de la zona norte. Adquirieron el material, lo instalaron y desde entonces los fallos se han sucedido. La empresa suministradora no quiere hacerse cargo de la reposición y los pueblos alegan que eso supondrían un elevado desembolso.

 

Fuente: diariopalentino.es (ver noticia)