Un nuevo informe de la Unión Europea (UE) sobre la subida de los precios de la energía al por menor en Europa sugiere cómo reducir los costes para el consumidor y mantener la competitividad de las empresas de la UE en el mercado mundial. Entre las recomendaciones para contener los costes, la UE apunta que los hogares y las empresas deberían mejorar su eficiencia energética, recurriendo al uso de productos de bajo consumo y a otras prácticas de ahorro energético.
Entre 2008 y 2012 los precios de la energía al por menor aumentaron significativamente en Europa, a pesar de la evolución de los precios mayoristas de la electricidad y el gas, que bajaron y se mantuvieron estables, respectivamente. Además, se registran marcadas diferencias entre los países de la UE, ya que en algunos los consumidores pagan precios entre 2,5 y 4 veces más elevados.
El informe de la UE sobre los precios y costes de la energía analiza los sectores del gas y la electricidad, al objeto de determinar las causas de las subidas de los precios al por menor y apuntar qué pueden hacer los consumidores y las empresas para ahorrar energía y dinero.
Reducir los costes para los consumidores
La UE tiene como meta completar el mercado común de la energía en 2014 y seguir avanzando en el desarrollo de las infraestructuras energéticas. Un mercado más libre y coordinado dará un impulso a las inversiones y la competencia y desarrollará la eficiencia en varios ámbitos. De ese modo se conseguirá reducir los precios y establecer unas condiciones más equitativas en todos los países de la UE.
Para contener los costes, los hogares y las empresas deberían mejorar su eficiencia energética, recurriendo al uso de productos de bajo consumo y a otras prácticas de ahorro energético. Los consumidores también habrían de aprovechar las tarifas más ventajosas o cambiarse a proveedores más baratos, siempre que sea posible.
El incremento del coste de la energía afecta especialmente a los hogares con menos recursos. Por esa razón, los Gobiernos de la UE deberían prever medidas de política social para proteger a los consumidores vulnerables.
Contribuir a la competitividad de la UE
La diferencia de precios energéticos entre la UE y otras economías importantes es cada vez mayor. Según la Agencia Internacional de Energía, esa disparidad podría reducir el peso de la UE en las exportaciones mundiales de bienes que requieren un elevado consumo de energía, como materiales cerámicos, acero y aluminio.
Aunque la UE todavía se encuentra a la cabeza de las exportaciones de este tipo de bienes, es posible que se vea obligada a tomar nuevas medidas para atenuar el incremento de los costes de la energía mediante la mejora de la eficiencia energética.
La UE debe mantener sus esfuerzos con los socios internacionales en ámbitos como las subvenciones a la energía y las restricciones a la exportación. En caso necesario, también tendrá que contribuir a la protección de determinados consumidores industriales mediante transferencias y exenciones fiscales y reducciones de gravámenes e impuestos.
Invertir en el futuro
Ante el previsible aumento de los precios de la energía a corto plazo, es necesario invertir en redes eléctricas inteligentes y en mejoras tecnológicas para producir, transmitir y almacenar la energía de manera más eficaz. Estas medidas, junto con un mercado común de la energía, deberían permitir una reducción de los precios a largo plazo.
Europa necesita sistemas energéticos flexibles, consumidores concienciados, mercados competitivos y una gobernanza más eficiente para poder contener las futuras subidas de precios, costear las inversiones y minimizar los aumentos de costes.
Fuente: compromisorse.com (ver noticia)
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