Entrevista a Eduardo Collado, director técnico de UNEF
La Unión Española Fotovoltaica (UNEF), patronal que agrupa a 330 empresas asociadas, señala que con la nueva regulación del sistema eléctrico se va a perder la oportunidad de aprovechar el potencial del autoconsumo; una vía considerada por muchos de sus actores como una solución para revitalizar un sector que, en 2012, sumó 280 nuevos MW, frente a los 410 MW del año anterior.
Alimarket Energía: ¿Cómo califica la actual situación de la industria fotovoltaica?
Eduardo Collado: El sector está inmerso en una serie de cambios regulatorios impulsados por el Gobierno, que han generado inseguridad jurídica en las inversiones dentro del área de renovables en este país. Todo ello con el único objetivo de eliminar el déficit tarifario -que ya supera los 28.000 M€-, pero sin acometer una reforma estructural del mercado eléctrico. Esto se traduce en continuos recortes al sector en general, y de forma muy agresiva a las energías renovables y a la fotovoltaica, en particular, sin tener en cuenta las grandes ventajas que ésta ofrece, máxime cuando ya se había conseguido la paridad con los precios de red, gracias a una disminución de costes próxima al 80% en los últimos cinco o seis años.
A.E.: ¿Qué consecuencias tiene para la fotovoltaica los útimos cambios legislativos?
E.C.: La avalancha legislativa del pasado 12 de julio -con un Real Decreto Ley, un anteproyecto de Ley, siete Reales Decretos y tres órdenes ministeriales- supone, entre otras medidas, que los consumidores verán incrementado el peso del componente fijo del recibo de la luz (término de potencia), lo que se traducirá en una subida de la factura. Además, la nueva regulación sustituye el sistema de primas a la producción de las energías renovables por otro incentivo a la inversión, que reconoce el derecho a percibir una rentabilidad razonable. El problema es que existe incertidumbre total sobre cuáles serán los costes a partir de los que se va a calcular dicha rentabilidad. Uno de los principales problemas es el riesgo de que los costes reconocidos no se correspondan con los reales incurridos. Y es que ya no se van a tener en cuenta las inversiones realizadas, ni los costes que vengan determinados por normas o actos administrativos que no sean de aplicación en todo el territorio nacional.
A.E.: Se ha dicho que la nueva regulación supone un duro golpe al autoconsumo.
E.C.: En efecto, con esta medida no solo no se contempla el balance neto, sino que se ha creado un peaje de respaldo que se aplica a la energía autoproducida; tributo que, además, tiene un coste superior al canon de acceso habitual que pagan todos los consumidores (normalmente, un 27%), sin tener en cuenta que la energía autoconsumida no utiliza la red eléctrica, por la que ya se paga el denominado término de potencia en el recibo de la luz.
A.E.: ¿Qué efectos tiene esto último para el sector en general y para el consumidor en particular?
E.C.: Bajo estas circunstancias, la amortización de una planta de autoconsumo doméstica pasa de 12 a 35 años, lo que la hace totalmente inviable. El sector llevaba tiempo reclamando la posibilidad de autoconsumir la energía generada y evacuar los excedentes a la red, pudiendo recuperarla en los momentos en que se necesitara y pagando el peaje correspondiente. Se trata de un sistema de ahorro y eficiencia con numerosas ventajas para los consumidores y para el conjunto del país. Limitar el autoconsumo con balance neto y el autoconsumo instantáneo, imponiendo unos peajes "de respaldo" no justificados, supone un ataque a la libertad de mercado y a la libre competencia, además de anteponer los intereses de las compañías eléctricas por encima del bien general.
A.E.: ¿Qué reclama la industria fotovoltaica?
E.C.: La energía solar fotovoltaica necesita seguir siendo un referente mundial. Tradicionalmente, nuestro país abarcaba toda la cadena de valor de este tipo de instalaciones. Pero, en estos momentos, las empresas españolas se han visto abocadas a la deslocalización o al cierre. Necesitamos, por tanto, el impulso en mecanismos como el autoconsumo con balance neto, que permitiría cumplir también con los objetivos europeos. En este sentido, UNEF ha propuesto en repetidas ocasiones negociar unos cupos para el aumento de las instalaciones fotovoltaicas. De esta forma, sería un crecimiento controlado que apenas afectaría a la demanda o al funcionamiento del sistema eléctrico. Con este tipo de propuestas, aumentaría la competitividad de las empresas nacionales, mejoraría su área de I+D+i e introduciría competencia en el sistema eléctrico. Además, se podría mantener el empleo del sector fotovoltaico español (7.000 puestos directos) y se generarían riqueza y beneficios indirectos. El balance neto marcaría el camino a seguir. Retrasarlo supondrá pérdida de empleo, de conocimiento y de tejido empresarial nacional; en suma, una pérdida de oportunidad que podrían aprovechar finalmente otras empresas extranjeras.
A.E.: ¿Qué perspectivas maneja el sector para los próximos años?
E.C.: Las previsiones son las de continuar en la senda del autoconsumo, aunque sea de forma lenta. Casi con toda seguridad, el ritmo de realización de las instalaciones pequeñas y medianas para el sector doméstico, pero sobre todo para el sector industrial, será bajo, pudiéndose estimar en unos 50 o 100 MW al año. Esas cantidades incluirán las instalaciones en los sistemas extrapeninsulares, ya que se pretende reducir en ellas el impacto del peaje de respaldo previsto en los borradores del Real Decreto de Autoconsumo. Otro de los posibles nichos de mercado serían las grandes instalaciones, del orden de cientos de megavatios, que podrían conseguir aproximarse a precios de mercado en un período de tiempo relativamente corto, aunque no se cree posible en menos de dos años.
A.E.: ¿Qué soluciones propone la industria fotovoltaica?
E.C.: Pensamos que se necesitan leyes, como existen en otros países, que impulsen el libre mercado para dar capacidad de elección al usuario, fomentar la producción nacional y sectores tecnológicamente avanzados, y conseguir los objetivos impulsados por nuestros socios en la comunidad europea. La dependencia energética del exterior solo puede reducirse con el aprovechamiento de las energías renovables. Insistimos en que el autoconsumo, en cualquiera de sus acepciones, es absolutamente necesario para la aplicación de las tecnologías renovables. Se deben reducir, también, los trámites administrativos en la aplicación de los decretos, para no hacer interminable y costosa su aplicación. Se necesita, por tanto, un marco legal que no penalice al autoconsumo, con o sin balance neto, que permita al sector fotovoltaico continuar con su actividad, en un entorno, como mínimo, equivalente a la instalación de generación de 150 o 200 MW anuales.
Fuente: alimarket.es (ver noticia)
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