Creación de empleo: las políticas adecuadas de sostenibilidad urbanas pueden incluir la adaptación de edificios existentes para mejorar la eficiencia energética.

Hoy en día, más de la mitad de las personas que habitan el mundo viven en ciudades o cerca de ellas. Se prevé que para mediados de siglo las áreas urbanas albergarán alrededor de dos de las terceras partes de la población mundial y concentrando además la mayor parte de la actividad económica.

Los estudios de caso analizados en la OCDE proporcionan nuevas ideas sobre como las políticas medioambientales pueden contribuir a diferentes tipos de crecimiento:

• Creación de empleo: las políticas adecuadas de sostenibilidad urbanas pueden incluir la adaptación de edificios existentes para mejorar la eficiencia energética. Por ejemplo, el “Tri-State metro-región” de Chicago ha desarrollado una especialización regional en el diseño y adaptación de la edificación verde. Esta práctica generó en el año 2010 45.000 puestos de trabajo verde, de los cuales el 36% se situaba en el sector de la construcción verde.
• Atraer empresas y trabajadores: los sistemas de transporte eficientes, en particular, las buenas redes de transporte público, ayudan a las ciudades a atraer inversores. El sector privado de la región de París/Ile-de-France ya ha puesto en marcha un sistema de transporte eficiente, y las empresas que se benefician de ello contribuyen a su financiación.
• Innovación y espíritu empresarial: las ciudades pueden fomentar el crecimiento del sector tecnológico verde mediante la creación de clusters verdes regionales basados en la industria, servicios, investigación e innovación existentes. Por ejemplo, la ciudad de Kitakyushu ha construido un impresionante cluster en torno al reciclaje, la Eco-Ciudad, que recicla cientos de toneladas de residuos industriales a diario, mientras que produce energía para los barrios residenciales y comerciales.
• El aumento del valor del suelo urbano: la urbanización, la penetración urbana y los eco-barrios pueden incrementar el valor del suelo y reducir el impacto ambiental de los residentes. Tras el éxito de barrio ecológico Hammarby Sjöstad, Estocolmo está trabajando con el sector privado para desarrollar otro distrito ecológico, esta vez en el puerto marítimo. Los edificios usarán menos energía que los demás edificios de la ciudad y el nuevo barrio tendrá una red inteligente avanzada y un sistema de calefacción urbano.

Según el informe, hay una necesidad urgente de encontrar mejores formas de financiación urbana verde además de movilizar la financiación privada hacia la infraestructura verde. La introducción de incentivos verdes en las corrientes de ingresos municipales puede ser un gran paso hacia un modelo de crecimiento más sostenible, Tasas adecuadas pueden prevenir la extensión de las viviendas unifamiliares existentes en muchos lugares a través de la eliminación de subsidios preferenciales. Los peajes y las tasas de aparcamiento pueden ayudar a reducir el tráfico y la contaminación; mientras que las tasas de agua y basura deberían ser más sensibles respecto a los recursos utilizados. Por ejemplo, la ciudad de Estocolmo está enverdeciendo su riqueza con impuestos provenientes de su sistema de peaje Este sistema implementado en 2006, ha dado lugar a una menor emisión de CO2 y a una menor congestión del tráfico, y se está convirtiendo en una importante fuente de ingresos.

Ante esta realidad, es evidente que los gobiernos tienen un importante papel que desempeñar fijando las señales de precios y estándares que proporcionen coherencia y un contexto adecuado para la financiación verde. La adopción de políticas verdes puede mejorar notablemente el bienestar en las ciudades además de contribuir al crecimiento de las mismas.

 

Fuente: ecoticias.com (ver noticia)